En general, los españoles están satisfechos con su trabajo. Los europeos, también. Al menos esto es lo que se desprende del último eurobarómetro publicado, con el que la Comisión ha querido evaluar la realidad social de la Unión Europea.

Los 26.755 ciudadanos comunitarios entrevistados califican con una media de 3,6 sobre 5 su grado de satisfacción laboral, aunque esta cifra oscila cuando se observan los datos por cada estado miembro. Los que van a trabajar con mejor ánimo son los habitantes de Luxemburgo, el país con una visión más positiva con una puntuación de 3,9. Rumanía es el que peor valora su situación laboral, con 3,2 puntos y España se queda un poco por encima, con una puntuación de 3,4.

Los aspectos que se han tenido en cuenta para realizar esta evaluación han sido varios. Los mejor valorados son el entorno laboral -el 80 por ciento están a gusto con sus compañeros-, y el interés que les genera la actividad ?para el 68 por ciento su trabajo no es aburrido-.
Las cosas cambian cuando se abordan los temas de sueldo y posibilidades de promoción. Sólo el 43 por ciento de los europeos afirma estar bien pagado, frente al 31 por ciento que no está de acuerdo con su paga. La cifra se ajusta todavía más al calificar las oportunidades de ascenso en la empresa, que un 38 por ciento consideran pocas o nulas.

Puesto 'estable'
Los europeos también se muestran optimistas cuando se les pregunta por la 'seguridad' laboral. El 85 por ciento se ha manifestado seguro de mantener su puesto de trabajo en los próximos meses. En el caso español, la confianza es todavía mayor, siendo el 89 por ciento los que comparten esta opinión. El país con el grado de confianza más bajo es Eslovaquia, con sólo el 63 por ciento, aunque la explicación podría ser que se trata también del estado con una de las tasas de desempleo más altas.

Poco estrasados
Pero estar contentos no está reñido con el estrés. El 41 por ciento de los ciudadanos comunitarios aseguran que su trabajo es demasiado exigente y estresante. De hecho, un elevado 14 por ciento llegan al punto de no poder conciliar su vida laboral con la personal. Este aspecto suelen resolverlo con mayor eficacia las mujeres que los hombres (71 por ciento sobre 67 por ciento).

En Holanda es donde mejor se lleva el ajetreo de la vida laboral - sólo el 24 por ciento está estresado- mientras que los lituanos son los que más presionados se sienten, con el 71 por ciento. Los españoles nos quedamos en el 41 por ciento, dentro de la media europea.
En la otra cara de la moneda laboral europea, el 48 por ciento opina que las oportunidades de empleo de su país se merecen un suspenso, frente al 38 por ciento que las consideran adecuadas.